La parthenocissus con sus primeros zapatos

Como ya he contado laguna vez, me gusta adelantar algún trasplante, a veces mis bonsáis empiezan a brotar en enero y para cuando las temperaturas son adecuadas es demasiado tarde para trasplantar porque ya están muy adelantados.

Uno de los que he hecho este año ha sido la parthenocissus, tuve ayuda, Juan Carlos tenía muchas ganas de venir y acepté sin dudarlo.

Ya os he ido diciendo que tenía mucha fuerza y durante todo el verano he tenido que quitarle brotes bajos en muchas ocasiones, llevaba ya desde principios de septiembre con abono y no paraba de brotar.




Lo primero quitar todos esos brotes que salen donde no quiero, Juan Carlos se llevó unos pocos puestos en una maceta.

Luego ir sacando con cuidado el cepellón, la mezcla de arena de silice fina y turba había hecho que tuviera una considerable melena de raicillas finas, con cuidado para no romperlas.

La maceta parecía hecha a su medida, y eso que es de las que tenía vacías.
Decidimos dejar al aire una parte de lo enterrado. Lo que ha quedado al aire nos gustaba más por la parte que yo he elegido como trasera. Como sustrato mi mezcla habitual de pomice y akadama y dos puñados de carbón, además de un sobre entero de hormonas de enraizamiento. Un buen riego con Enraigard y a la sombra, a primeros de septiembre la volveré a poner en primera linea.

Hoy la he movido para hacerle las fotos.

 


Al hacerle las fotos me he dado cuenta que si la giro un poco se disimula el engrosamiento de la curva. Más adelante ya veremos.




Pasad buen fin de semana, os dejo con un kusamono recién montado. Vi las flores minúsculas y no me pude resistir. Mi fin de semana promete ser estupendo.



Un abrazo

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