Desde el día antes de ir a Alcobendas tengo pensada esta entrada.
El pasado día 4 cuando ya faltaban pocas horas para que diera comienzo el evento en Alcobendas, se empezó a rumorear en las redes sociales, que no se permitirían fotos en el recinto de los bonsáis a concurso, la alarma entre los aficionados se extendió rápidamente, alguno incluso afirmaba que a él le habían notificado la prohibición directamente desde la organización, los primeros aficionados blogueros que llegaron el día 5 para la inauguración nos enviaron mensajes diciendo que efectivamente no se podrían hacer fotos, en el museo sí, pero de los bonsáis a concurso no, horas más tarde, nuevos mensajes, harían la vista gorda y permitirían las cámaras. He de decir que cuando preparé la cámara no las tenía todas conmigo. ¿Qué me esperaba al llegar?
En teoría, el motivo alegado era que si todos hacemos fotos, luego no se compra el libro con las fotos oficiales, personalmente disiento de este razonamiento, en mi caso he hecho entre museo, expo y demos más de 1500 fotos y lo primero que hice al llegar el día 6 al museo fue comprar el libro de la edición anterior en la que hice también más de 1000 fotografías.. Esa misma noche, Ana y yo, que compartíamos habitación estuvimos disfrutando de las fotografías de sus páginas.
No creo que sea justo el prohibir a los aficionados hacer fotos, sí que me parece bien la prohibición de usar el trípode, ¿os imagináis la zona de exposición llena de trípodes? no se podría andar, sin embargo esta limitación tampoco tuvo buena acogida entre muchos de los presentes, estaba yo haciendo fotos y a mi lado otro bloguero al que todavía no conocía tomaba instantáneas usando su trípode, cuando vinieron a pedirle que lo recogiera, su respuesta fue "pues entonces no hago entrada".
Y a eso voy, eventos como Alcobendas, Niemeyer, Noelanders, etc es lógico que editen sus libros, hechos por fotógrafos profesionales, pero eso no debe impedir que los aficionados puedan hacer sus propias fotografías, ni que los blogueros tengan material gráfico suficiente para sus entradas.
Creo que estos eventos logran una publicidad gratuita gracias a todos esos aficionados que se toman el tiempo y el trabajo necesario para publicar sus fotos en las redes sociales o en sus blogs. En mi caso, si no hubiera podido hacer fotos me hubiera ahorrado el trabajo de seleccionar las fotos de cada entrada y han sido unas cuantas
Los eventos de este tipo requieren difusión y que mejor publicidad que la que hacen los propios aficionados, es lógico que la organización te diga que todo ha ido bien, pero si te lo cuentan los que han asistido resulta más creíble y quizás te plantees asistir a la edición siguiente.
Recuerdo mi única asistencia a un Premio Olea, no estaba permitido hacer fotos de los bonsáis a concurso, aunque hubo unos pocos aficionados que con triquiñuelas consiguieron hacerlas, en mi caso no hice ni una sola, me limité a hacer fotos de las demos, como consecuencia de esa prohibición en las redes sociales hubo pocas menciones al evento y creo que eso no es bueno para nadie, ni para la organización ni para los aficionados. Por cierto, no tengo el libro de aquella edición.
En lo que respecta al tratamiento que reciben los blogs, o mejor dicho los blogueros, creo que queda mucho por aprender, en esta ocasión casi nos quedamos sin poder publicar entradas, que diferencia por ejemplo con el tratamiento que reciben los blogs en otros campos, caso de los blogs de moda, que como muchos sabéis, conozco bien por el blog de mi hija, las empresas relacionadas con la moda saben que tienen un buen aliado en el mundo blogger, y lo cuidan, las blogueras son invitadas a pases especiales, reciben detalles por hacer una entrada sobre un evento, reciben acreditaciones especiales en los eventos y pueden visitarlos, incluso antes que el público, para poder hacer tranquilamente las fotografías, las usan sí, pero yo diría que más bien las miman, las tienen contentas, tanto las tiendas físicas como las empresas que solo funcionan a través de internet, incluso los diseñadores reconocidos saben que en ellas tienen una nueva forma de publicidad, saben que una entrada de una bloguera llevando una prenda concreta, hace que esa prenda se agote.
No digo que se haga algo parecido con los blogs de bonsái, pero sí que no se tiene en cuenta lo fácil que llegamos a los aficionados, ni se reconoce fuera del círculo bloguero la labor de difusión que hacemos.
Un saludo
El pasado día 4 cuando ya faltaban pocas horas para que diera comienzo el evento en Alcobendas, se empezó a rumorear en las redes sociales, que no se permitirían fotos en el recinto de los bonsáis a concurso, la alarma entre los aficionados se extendió rápidamente, alguno incluso afirmaba que a él le habían notificado la prohibición directamente desde la organización, los primeros aficionados blogueros que llegaron el día 5 para la inauguración nos enviaron mensajes diciendo que efectivamente no se podrían hacer fotos, en el museo sí, pero de los bonsáis a concurso no, horas más tarde, nuevos mensajes, harían la vista gorda y permitirían las cámaras. He de decir que cuando preparé la cámara no las tenía todas conmigo. ¿Qué me esperaba al llegar?
En teoría, el motivo alegado era que si todos hacemos fotos, luego no se compra el libro con las fotos oficiales, personalmente disiento de este razonamiento, en mi caso he hecho entre museo, expo y demos más de 1500 fotos y lo primero que hice al llegar el día 6 al museo fue comprar el libro de la edición anterior en la que hice también más de 1000 fotografías.. Esa misma noche, Ana y yo, que compartíamos habitación estuvimos disfrutando de las fotografías de sus páginas.
No creo que sea justo el prohibir a los aficionados hacer fotos, sí que me parece bien la prohibición de usar el trípode, ¿os imagináis la zona de exposición llena de trípodes? no se podría andar, sin embargo esta limitación tampoco tuvo buena acogida entre muchos de los presentes, estaba yo haciendo fotos y a mi lado otro bloguero al que todavía no conocía tomaba instantáneas usando su trípode, cuando vinieron a pedirle que lo recogiera, su respuesta fue "pues entonces no hago entrada".
Y a eso voy, eventos como Alcobendas, Niemeyer, Noelanders, etc es lógico que editen sus libros, hechos por fotógrafos profesionales, pero eso no debe impedir que los aficionados puedan hacer sus propias fotografías, ni que los blogueros tengan material gráfico suficiente para sus entradas.
Creo que estos eventos logran una publicidad gratuita gracias a todos esos aficionados que se toman el tiempo y el trabajo necesario para publicar sus fotos en las redes sociales o en sus blogs. En mi caso, si no hubiera podido hacer fotos me hubiera ahorrado el trabajo de seleccionar las fotos de cada entrada y han sido unas cuantas
Los eventos de este tipo requieren difusión y que mejor publicidad que la que hacen los propios aficionados, es lógico que la organización te diga que todo ha ido bien, pero si te lo cuentan los que han asistido resulta más creíble y quizás te plantees asistir a la edición siguiente.
Recuerdo mi única asistencia a un Premio Olea, no estaba permitido hacer fotos de los bonsáis a concurso, aunque hubo unos pocos aficionados que con triquiñuelas consiguieron hacerlas, en mi caso no hice ni una sola, me limité a hacer fotos de las demos, como consecuencia de esa prohibición en las redes sociales hubo pocas menciones al evento y creo que eso no es bueno para nadie, ni para la organización ni para los aficionados. Por cierto, no tengo el libro de aquella edición.
En lo que respecta al tratamiento que reciben los blogs, o mejor dicho los blogueros, creo que queda mucho por aprender, en esta ocasión casi nos quedamos sin poder publicar entradas, que diferencia por ejemplo con el tratamiento que reciben los blogs en otros campos, caso de los blogs de moda, que como muchos sabéis, conozco bien por el blog de mi hija, las empresas relacionadas con la moda saben que tienen un buen aliado en el mundo blogger, y lo cuidan, las blogueras son invitadas a pases especiales, reciben detalles por hacer una entrada sobre un evento, reciben acreditaciones especiales en los eventos y pueden visitarlos, incluso antes que el público, para poder hacer tranquilamente las fotografías, las usan sí, pero yo diría que más bien las miman, las tienen contentas, tanto las tiendas físicas como las empresas que solo funcionan a través de internet, incluso los diseñadores reconocidos saben que en ellas tienen una nueva forma de publicidad, saben que una entrada de una bloguera llevando una prenda concreta, hace que esa prenda se agote.
No digo que se haga algo parecido con los blogs de bonsái, pero sí que no se tiene en cuenta lo fácil que llegamos a los aficionados, ni se reconoce fuera del círculo bloguero la labor de difusión que hacemos.
Un saludo