Otoñado y poda de la lantana

Como ya sabéis tengo este bonsái de lantana que me regaló Kruchi. Desde septiembre no la había vuelto a tocar.


A pesar del frío de los últimos días, las hojas no terminaban de caer, por sí solas, así que uno de los días de las pasadas vacaciones de Navidad, le tocó pasar por la peluquería. No usé tijeras, tan solo con pasar la mano la mayoría de ellas caían.



Después  decidí podar las ramas en longitud y eliminar alguna mal puesta.



Estoy pensando alambrar alguna pero no sé que tal responderá al alambrado y quiero dejar mejor la zona superior pero tengo que hacer un corte grande y no me gusta como cicatriza, así que de momento se queda como está.



Y de nuevo a su sitio, a esperar a que brote.

Un abrazo

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