Hoy toca actualización de uno de mis bonsáis. Hace unas semanas os conté que estaba un poco preocupada con uno de los trasplantes de este año.
Ya sabéis que este otoño-invierno se me han roto varias macetas a causa del fuerte viento y una de ellas fue la kurama de la premna japónica. En el momento del accidente la puse en una maceta provisional y decidí ir buscando una maceta. Tenía dos opciones una de Carmen Orden que me parecía un poco grande y una de Mª José González que me parecía un poco pequeña. Con ese panorama el 11 de febrero me puse con el trasplante.
Cuando vi todas las raíces que tenía que recortar para poder usar la pequeña pensé ponerla en la otra pero era demasiado grande, y me decidí no sin cierta preocupación a usar la otra, hasta se me olvidó hacer fotos y solo tengo del resultado final. Como sustrato volcanica, pomice y akadama a partes iguales y luego una capa de akadama de grano pequeño.
Un poco musgo esfagno y a la zona resguardada. A mediados de marzo seguía igual y empecé a pensar que me había pasado.
El 22 de marzo ya respiré algo más tranquila, había brotes verdes.
Estos días ya está con hojas y está claro que saldrá adelante.
Una dosis de pellets porque las bolas de hanagokoro no caben y al sol si es que quiere salir porque lo estamos viendo con cuentagotas.
Eso sí, no penséis que la otra maceta se ha quedado vacía, ya está ocupada, si sois observadores en alguna entrada anterior se ve.
Un abrazo
Otros temas relacionados:
El susto que me ha dejado la ciclogénesis
Retoques a la premna japónica
Ya sabéis que este otoño-invierno se me han roto varias macetas a causa del fuerte viento y una de ellas fue la kurama de la premna japónica. En el momento del accidente la puse en una maceta provisional y decidí ir buscando una maceta. Tenía dos opciones una de Carmen Orden que me parecía un poco grande y una de Mª José González que me parecía un poco pequeña. Con ese panorama el 11 de febrero me puse con el trasplante.
Cuando vi todas las raíces que tenía que recortar para poder usar la pequeña pensé ponerla en la otra pero era demasiado grande, y me decidí no sin cierta preocupación a usar la otra, hasta se me olvidó hacer fotos y solo tengo del resultado final. Como sustrato volcanica, pomice y akadama a partes iguales y luego una capa de akadama de grano pequeño.
Un poco musgo esfagno y a la zona resguardada. A mediados de marzo seguía igual y empecé a pensar que me había pasado.
El 22 de marzo ya respiré algo más tranquila, había brotes verdes.
Estos días ya está con hojas y está claro que saldrá adelante.
Una dosis de pellets porque las bolas de hanagokoro no caben y al sol si es que quiere salir porque lo estamos viendo con cuentagotas.
Eso sí, no penséis que la otra maceta se ha quedado vacía, ya está ocupada, si sois observadores en alguna entrada anterior se ve.
Un abrazo
Otros temas relacionados:
El susto que me ha dejado la ciclogénesis
Retoques a la premna japónica